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OPINIÓN

3 de septiembre de 2025

¿Un paso a la dolarización?

¿Un paso a la dolarización?

En un anuncio sorpresivo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, comunicó que el Gobierno nacional, a través del Tesoro, comenzará a intervenir diariamente en el mercado cambiario para controlar las fluctuaciones del dólar. Esta decisión marca un quiebre en la estrategia económica del gobierno de Javier Milei, que hasta ahora había prometido no intervenir en el mercado de divisas, dejando esa tarea al Banco Central solo en casos extremos, como cuando el dólar se desvíe de una banda predefinida. 

Hoy, esa promesa quedó atrás: el Tesoro venderá dólares de su propia reserva, estimada en unos 1.700 millones, actuando como un agente económico más, sin involucrar las reservas del Banco Central.

Este giro no viola, en principio, el acuerdo con el FMI, ya que no son las reservas del Central las que se utilizarán. Sin embargo, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la medida y sus implicancias económicas y políticas. El dólar será el nuevo "frente de batalla" del Gobierno, que parece haber abandonado gran parte de su libreto original, salvo el compromiso con el equilibrio fiscal. Aquel eslogan de campaña que prometía que "las elecciones se ganan con la baja de la inflación" se diluye en un contexto de incertidumbre política, audios y una oposición que no apoya las medidas antiinflacionarias.

La intervención del Tesoro tiene un trasfondo claro: estabilizar el mercado cambiario en un momento de alta volatilidad política y económica. Sin embargo, el mecanismo plantea un dilema. Si el Gobierno vende dólares, recibe pesos a cambio, lo que podría implicar una contracción monetaria con un efecto recesivo en la economía. Por otro lado, si esos pesos recibidos se reinyectan al mercado —por ejemplo, para financiar gastos—, el riesgo es que se alimente un círculo vicioso: más pesos en circulación persiguiendo un dólar artificialmente estabilizado, una dinámica que históricamente ha terminado mal en Argentina.

Este cambio de rumbo también revive una pregunta más profunda: ¿estará el Gobierno considerando retomar el plan de dolarización endógena que Milei mencionó el 8 de mayo? En aquel momento, el Presidente habló de una economía donde el dólar funcione como moneda de cambio, permitiendo a los argentinos usar sus divisas sin restricciones. La intervención actual, al inyectar dólares y retirar pesos, podría ser un paso en esa dirección. Sin embargo, con solo 1.700 millones de dólares en la reserva del Tesoro, la gran duda es si esta estrategia será suficiente para llegar a las elecciones de Buenos Aires y las del 26 de octubre sin desatar una nueva crisis.

El Gobierno está navegando un terreno minado. La incertidumbre política, agravada por los audios de Karina Milei que, aunque deben ser investigados por la Justicia, son utilizados como arma electoral, sumada a una suba de tasas con un componente recesivo, pone al oficialismo en una posición vulnerable. La intervención cambiaria puede ser una jugada audaz para ganar tiempo, pero también arriesgada. Si los dólares se agotan o la presión sobre el peso aumenta, el plan podría colapsar, dejando al gobierno expuesto justo antes de un momento electoral clave.

La pregunta final es si Milei, acorralado por la coyuntura, optará por acelerar su visión de dolarización como salida a la crisis, o si esta intervención es solo un parche para calmar los ánimos. Lo cierto es que el Gobierno decidió meterse de lleno en el mercado cambiario, transformándose en una suerte de "Banco Central paralelo".

Fuente: Cadena 3

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