Jueves 28 de Agosto de 2025

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POLITICA

28 de agosto de 2025

Se terminan hoy las mayorías "automáticas" en la Cámara de Diputados de Santa Fe

El final de una polémica y anacrónica cláusula, que imponía criterios de gobernabilidad a una representación más genuina de la voluntad popular. Y que, en los últimos tiempos, dio lugar a paradojas y contradicciones que incluso revirtieron su propósito original. El efecto expansivo de los cambios.

La nueva Constitución de la Provincia de Santa Fe, que alumbrará la Convención Reformadora 2025, deja por fin sin efecto una de las cláusulas más controvertidas de la norma fundamental, vinculada a la configuración del Poder Legislativo. Que no solo encuentra respaldo en lógicas históricas de por sí polémicas, pero además anacrónicas y a contrapelo de las doctrinas hoy imperantes sobre representación democrática, sino que a la vez ha dado lugar a dinámicas paradójicas, en el marco de las reformas electorales de los últimos años.

Se trata de lo que bien se ha definido como una "mayoría automática". Según el texto redactado en 1962, y hasta la fecha, "la Cámara de Diputados se compone de cincuenta miembros elegidos directamente por el pueblo, formando al efecto la Provincia un solo distrito, correspondiendo veintiocho diputados al partido que obtenga mayor número de votos y veintidós a los demás partidos, en proporción de los sufragios que hubieren logrado" (art. 32).

Comisión de Poder Legislativo y Poder Ejecutivo.La Comisión de Poder Legislativo y Poder Ejecutivo que debatió y dictaminó esta norma trascendente.

Las reformas de hoy en la Convención va a lograr votos opositores. Son reformas políticas que necesitaron de avances y acuerdos siendo que incluyen la posibilidad de una reelección del gobernador y del resto de los cargos electivos, límites de los fueros, fin de la mayoría automática, entre otros. Tienen peso y era un objetivo que ese diálogo logrará mayores acuerdos.

Gobernabilidad vs. representatividad

Este efecto encuentra respaldo en la teoría de la cláusula de gobernabilidad, concebida 60 años atrás por los convencionales constituyentes como el modo de facilitar al gobernador llevar adelante su programa político (ese mismo programa que fuera apoyado por el sector mayoritario de la ciudadanía, aunque sea por un voto de diferencia), sin "obstruccionismo" legislativo.

La previsión no solamente opera como un mecanismo que fortalece al Poder Ejecutivo a expensas de una traducción más fiel de la voluntad del electorado (que quizás hubiese preferido una oposición fuerte y un mayor control parlamentario), sino que al ritmo de las modificaciones de los sistemas electorales y las dinámicas políticas acabó incurriendo en paradojas e incluso contradicciones.

Paradojas y contradicciones

La implementación de la Boleta Única Papel en la provincia de Santa Fe a partir de 2011 (en un hito que resultó pionero a nivel nacional), impuso un sistema de votación que permite escoger entre las distintas propuestas electorales de manera segmentada, sin el efecto "arrastre" de la boleta sábana, ni la necesidad de cortarla por categoría.

La consecuencia inmediata fue que, en ese mismo año, el partido más votado en la categoría de Diputados no coincidiera con la del Poder Ejecutivo, como era lo habitual y tal como tenían en mente los convencionales de 1962. Y así fue como, mientras el Frente Progresista se impuso por estrecho margen para la gobernación con Antonio Bonfatti, el justicialismo hizo lo propio en Diputados con María Eugenia Bielsa. También por un estrecho margen, pero indudablemente fue "el partido más votado" en la categoría, por lo cual la Constitución le otorgó un número de diputados (28) que no solamente excedía con mucho lo que hubiese arrojado una distribución proporcional, sino que además otorgaba esa "mayoría automática" a una fuerza de la oposición.

No se trató de un exabrupto histórico: lo mismo sucedió en 2019, cuando se alzó con la gobernación el peronista Omar Perotti, pero la fuerza más votada para Diputados fue el Frente Progresista, con la boleta encabezada por Miguel Lifschitz.

Una reforma con efectos políticos de alto impacto.

Cambio de cara (y de caras)

A partir de 2023 las preferencias populares se alinearon, y la propuesta de la coalición Unidos para Cambiar Santa Fe se impuso en ambas categorías; y en este caso por amplia diferencia. En una nueva vuelta de tuerca, el Ejecutivo encabezado por Maximiliano Pullaro y la Cámara de Diputados con "mayoría automática" con Clara García al frente, permitieron habilitar una reforma constitucional que, entre otras modificaciones de fondo, pone fin precisamente a ese sistema de distribución de bancas que le otorgó el plafón político para ser habilitada.

No es un dato menor, ni subalterno: a partir de 2027, las 50 bancas de diputados se distribuirán de manera proporcional, y estrictamente correlativa a la cantidad de votos obtenida por cada una de las listas. Esto eliminará la doble distorsión antes descripta, y también las contradicciones resultantes del sistema electoral, permitiendo un diseño político-institucional donde el que gana gobierna, pero deberá hacerlo en el marco de una necesidad de consenso graduada por la propia voluntad popular. Frente a un cuerpo legislativo en el que, por necesaria correlación, preservará más espacios de representación para los espacios minoritarios, que hasta hoy se quedaban afuera o apenas obtenían alguna de esas 22 bancas restantes a repartir tras la asignación automática de las 28 mayoritarias.

Una distribución que también recepta entre sus pautas la correspondiente a la paridad de género y a las reelecciones indefinidas que, en conjunto, cambiará la cara (al mismo tiempo que buena parte de las "caras") de la Cámara de Diputadas y Diputados de la Provincia, y permite a Santa Fe, una vez más, avanzar varios casilleros en la dirección de una profunda mejora de sus instituciones.

Fuente: El Litoral

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